martes, 6 de noviembre de 2007

Nostalgias de un Hombre Perdido en el Tiempo

Cuando Todos se Vayan

A Eduardo Molina Ventura









Cuando todos se vayan a otros planetas

yo quedaré en la ciudad abandonada
bebiendo el último vaso de cerveza,
luego volveré al pueblo donde siempre regreso
como el borracho a la taberna
y el niño a cabalgar
en el balancín roto.

Y en el pueblo no tendré nada que hacer,
sino echárme luciérnagas a los bolsillos
o caminar a orillas de rieles oxidados
o sentarme en el roído mostrador de un almacén
para hablar con antiguos compañeros de escuela.

Ccomo una araña que recorre
los mismos hilos de su red
caminaré sin prisa por las calles
invadidas de maleza
mirando los palomares
que se vienen abajo,
hasta llegar a mi casa
donde me encerraré a escuchar
discos de un cantante de 1930
sin cuidarme jamás de mirar
los caminos infinitos
trazados por los cohetes en el espacio.



· ¿Cuando todos se vayan? ¿Por qué no volver a la vieja casa abandonada junto al árbol que adorna el jardín? Cuando el abundante edificio de concreto y vidrios eternos ya no sirva, cuando las oficinas cesen el constante ir y venir de hombres tras sus cubículos, es el momento en que podremos volvernos a nuestra raíz de hombre e intentar recuperar algo de naturaleza.

· Aquellos que vimos la hermosura en cada creación de nuestro mundo, no necesitaremos irnos a otros planetas, al fin se irán todos ellos que contaminan el suave pétalo de la rosa, autoexilio harán esos que ensucian la belleza del cielo azul con azufre quemado. Entonces podremos salir a vivir.

· Maldito el mundo que no te deja pensar, cada momento es un segundo para la producción, era hora ya que se marcháse para poder salir a caminar por el dulce bosque, y regresar a la casa cuando se haga de noche, eso es plenitud.



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